¡Qué bonito es tener ilusiones! Cuando nos ilusionamos (segunda acepción del diccionario de la RAE: Esperanza cuyo cumplimiento parece especialmente atractivo), estamos dando lugar a la esperanza. Pero no una esperanza cualquiera si no la que se nutre de nuestros más profundos deseos. Siendo esto así, parece increible, cómo estas no se cuidan, se abandonan a temprana edad o se esconden a nuestros semejantes y lo que es peor a veces a nosotros mismos.
Cada uno de nosotros, nos hemos convertido en auténticos «destructores» de las ilusiones de los otros. Cada vez que alguién plantea alguna ilusión nuestros labios, por lo general irreflexivamente, disparan «torpedos emocionales», que si consiguen acertar en los miedos más arraigados de quién lo expone, hunden para siempre dicha ilusión en los más profundo de su alma.
Las ilusiones son las alas de tu alma, replegarlas y negarlas te encierran en un pesimismo que poco a poco carcome el sentido de tu existencia. Volar, por otro lado significa sentirnos a nosotros mismos y nos encamina a nuestra felicidad que como nuestras ilusiones brota de los mas profundo de nuestro interior. Las alas de todos nosotros se componen de las ilusiones que tejen nuestros sueños.
Tanto la consecución como no consecución de una ilusión puede decepcionarnos y provocarnos dolor.Lo primero por no ser lo que esperabamos y lo segundo por la frustración que produce que no se materialice lo que hemos fantaseado que suceda. Pero huir del dolor es abandonar la vida con sus palpitaciones y alegrías. Es el abandono de la juventud hacía el letargo de una ancianidad que sólo se ve apaciguada por el momento en que nos sobreviene la muerte.
Desde que nacemos a este mundo, nuestro entorno construye un traje a medida para nosotros.Confinadas entre lo que se espera de nosotros y las etiquetas sobre lo que somos, nuestras ilusiones se ahogan, y a veces, sin apenas fructificar mueren llevándose con ellas las pistas sobre lo que nos puede hacer felices.
Vivimos en un mundo que se transforma a velocidad vertiginosa, sin embargo, nuestro sistema educativo actual se basa en un modelo que fue diseñado para la revolución industrial. Un modelo que implicaba un programa y contenido rígidos, donde el alumno era evaluado por unos patrones muy objetivos. Los alumnos eran considerandos apto y no apto en base a unas pruebas objetivas. No había espacio para las ilusiones al menos para las que no encajaban en el patrón del buen estudiante que mas tarde se transformaría en un abogado , ingeniero, economista o médico, etc. En la actualidad el cambio de paradigma choca con los viejos preceptos. Con una oferta de titulados cada vez mayor, muchos se encuentran que enterraron sus ilusiones por una carrera con salidas que no resulta ser tan satisfactoria. Buceando en su interior no alcanzan a percibir en que momento perdieron sus alas.
¡Qué no te corten las alas!, no dejes que otros cieguen y apaguen lo que arde en tu interior, sólo tú debes decidir desde el fuego de tus entrañas el camino que has de seguir. Riega tus ilusiones todos los días, acepta los sinsabores de que lo que sueñas posible no se llegue a realizar. Encuentra una nueva ilusión vuelvela a regar pues ellas son el alimento de tu felicidad.
Hace unos días leía una escalofriante noticia en un periódico dominical (puedes leer el artículo completo en el siguiente enlace: Estados Unidos en las garras de la Heroína). El 10 de agosto pasado, el presidente Donald Trump ha declarado emergencia nacional la epidemia de opiaceos. La heroína vuelve a ser protagonista de la muerte de un sin número de personas. Sólo en el 2016 muriento 35000 personas por sobredosis de heroína u otros opiáceos. Me entristecen estos datos y me ponen sobreaviso. ¿Es posible que suceda un problema semejante en España o en su contorno europeo? Parece ser que la receta de opiáceos para calmar el dolor ha sido el detonante. ¿Estarán recentando esos opiáceos en la actualidad en España? Tenemos que estar preparados y evitar a todas luces que el problema norteamericano se espanda entre nosotros. Vuelvo a pensarlo… Debemos aprender a aceptar el dolor como parte de la vida.
Amigo lector, no abandones tus ilusiones. Acepta el dolor como parte de tu existencia, no huyas refugiate en él para redescubrir tu felicidad. Por suerte es muy dificil que te corten las alas. En las mayoría de los casos están replegadas en busca de nuevas ilusiones. Encuentra tus ilusiones, despliega tus alas y ¡SÉ FELIZ!
¡Que tengas un buen día!
Escrito por: Alejandro Negueruela Azarola para Reflexiones y cuentos para una Vida Feliz:)
En los siguientes enlaces amplio el problema de la droga tanto en España en los años 80 como en Estados Unidos.
Estados Unidos en las garras de la Heroína
Heróina la pesadilla de América
Yo sobreviví a 17 años de Heroína
Ver definición: Ilusión. Diccionario para una Vida Feliz:)
Muy buenas reflexiones …me gustó mucho ; si siempre hay q tener las ilusiones
¡Muchas gracias! Agradecerte que me digas que te gusta ayuda a motivarme y escribir más. ¡Que tengas un buen día Ángeles!
Muy buenas reflexciones…me gustó mucho…si; siempre hay q tener ilusiones.
Buenos días Alejandro, por fín entro en tu blog
Non he leído mucho todavía pero la idea en sí me parece muy interesante.
Por un mundon lleno de iniciativas interesantes, buenas!
Gracias
Buena jornada de martes
Gracias Lola. Si, por un mundo que sea un poco mejor cada día.
Saludos.
Alejandro