La Sociedad del BIEN-ESTAR
El ESTADO del mundo
10 de julio del 2017, los días transcurren en el calendario, el mundo sigue su curso. Noticias de todo tipo llegan a nuestros oídos, por un lado, algunas son positivas: La ciudad de Mosul, uno de los principales bastiones del Estado Islámico en Irak, es liberada del control del ISIS; en Colombia, 3252 miembros de las FARC son amnistiados, se prosigue firme pero decisivamente hacia la Paz. Por otro lado, escalofriantes noticias: la convulsa situación política de Venezuela, Brasil que desde el 2014 continúa con una fuerte crisis económica y política, o las desafiantes pruebas armamentísticas del Corea del Norte, nos recuerdan que hay infinidad de problemas en el mundo que pueden cambiar de la noche a la mañana la situación del planeta, y con ello, el ESTADO de la economía mundial.
Europa por su parte, coge de nuevo algo de aire. Emmanuel Macron, partidario de proyecto europeo, ganaba las elecciones en Francia el pasado mes de mayo. Una noticia muy positiva que viene afianzar el bloque europeo frente a la incertidumbre generada en el 2016 por el Brexit y el triunfo en la presidenciales en los Estados Unidos de América de Donald Trump, férreo defensor del proteccionismo de la economía americana.
En lo que respecta a la economía española vive estas fechas estivales con cierto alivio. El PIB, de España, recuperaba el nivel que tenía antes del inicio de la crisis en el mes de mayo. El desempleo baja nuevamente en el mes de junio en 98.317 personas, la cifra total de parados se sitúa en 3.362.811 personas frente a los 4.615.269 que llegó a alcanzar en el mismo mes de junio del año 2013. Estas cifras de desempleo suponían en el mes de mayo del 2017 un porcentaje del 17,7 %, cifra muy positiva si se compara con el elevadísimo porcentaje alcanzado en el 2013 del 25,73% pero que dista todavía mucho de aquel 8,57 % del año 2007 fecha previa a la crisis. No obstante, la fuerte creación de empleo de los últimos años y las previsiones de crecimiento del 2018 dan lugar a la esperanza.
El ESTADO del BIEN-ESTAR
El deseo de todo ser humano que tiene sana sus facultades mentales es ESTAR BIEN. Con esto me refiero a alcanzar su realización personal y la satisfacción de sus necesidades básicas (que en la actualidad son comer, vestir, educación y sanidad) para él y los de su clan. Las crisis económicas, las guerras, los regímenes totalitarios en general, y los vaivenes de la vida con enfermedades, accidentes, desgracias personales, pérdidas de empleo o simplemente la jubilación en particular, convertirían estos deseos naturales, en muchas ocasiones, en una misión imposible si no existiera en nuestras sociedades un estado benefactor de bienes y recursos (educación, sanidad y servicios sociales) que facilitara el bienestar de los ciudadanos, esto es el ESTADO DEL BIENESTAR.
La noción de ESTADO BENEFACTOR, tiene su origen en una sociedad muy conmocionada por la gran depresión y culmina, años después de la Segunda Guerra Mundial. T.H. Marshall definía el Estado del bienestar como una combinación especial de la democracia, el bienestar social y el capitalismo.
En la actualidad, el Estado del bienestar, forma parte de la vida cotidiana de las sociedades más desarrolladas de nuestro entorno. Un estado protector de los desfavorecidos que provee de servicios y ayudas económicas de toda índole a sus habitantes para tratar de preservar los derechos sociales de los ciudadanos que lo componen.
Con este ideario el Estado creció, se diversificó convirtiéndose en un coloso que alimenta multitud de sectores de la economía de un país. En España, por ejemplo: en enero del 2017, la población de funcionarios en nuestro país ya ascendía a 2.523.167 empleados. Por otro lado, el número de pensionistas alcanzaba las 8.637.504 personas en el 2017. Solo estos dos sectores poblacionales suponen más de 11 millones de personas para una población de 46.468.102 personas y nos dan una idea del tremendo peso que tiene en la actualidad el Estado en la economía de un país.
Me gusta y estoy a favor del concepto de un Estado que ejerce funciones redistribuidoras de riqueza y que con su actuación ofrece igualdad de oportunidades a personas que en otras circunstancias acabarían irremisiblemente en el círculo vicioso de la pobreza. Me entristece por otro lado, la falta de identidad de los ciudadanos con el Estado. El Estado debe solucionar todos nuestros problemas. Nos hemos convertido en hijos tiranos y exigentes y hemos abandonado la posibilidad de participar activamente en una sociedad más justa, dejando la solución de los problemas que afectan a esta únicamente en manos del Estado.
SER Y ESTAR en sociedad.
En el idioma anglosajón encontramos que un mismo verbo el “TO BE” define a la vez los conceptos SER y ESTAR. En nuestro idioma, sin embargo, estos verbos contienen acepciones un tanto diferentes, mientras que ESTAR, se usaría para atribuir una cualidad no permanente o el resultado de una acción o proceso, SER, atribuiría al sujeto de la oración una cualidad o condición intrínseca, natural o permanente.
Hay que recuperar el protagonismo que como agentes participantes de la sociedad podemos tener. Tanto los empresarios, como cualquier ciudadano de a pie pueden aportar su granito de arena a la sociedad. Ha llegado el momento del SER, de enfrentarnos al futuro desde el nosotros. Un nosotros, que contenga todos los agentes económicos que componen una sociedad.
No podemos dejar el papel de la acción, únicamente al Estado, debemos participar junto con él en el bienestar de nuestros semejantes. Desentenderse de los problemas, achacar las responsabilidades a los políticos, a los empresarios o a lo mal que funcionan las cosas, nos hace frágiles y nos convierte en individuos que simplemente ESTÁN en la sociedad, pero no SON sociedad.
El BIEN-ESTAR implica SER. Un estar bien en sociedad donde somos los que comandamos nuestro futuro protagonizando nuestro destino mientras ayudamos a nuestros semejantes. La realización de las aspiraciones profundas de todos los ciudadanos, implica un SER en sociedad que junto con el ESTADO DEL BIENESTAR compone lo que he denominado en llamar la SOCIEDAD DEL BIEN-ESTAR O SOCIEDAD DEL SER.
Por una sociedad del SER.
Las ideas y los conceptos son el germen de lo nuevo, de lo que está por venir. Cada pueblo tiene su propia manera de pensar. Los sistemas económicos también llevan implícitas su propia cultura o maneras de funcionar que condicionan a las personas. Un ejemplo de la cultura capitalista es el concepto de Obsolescencia programada (es la determinación o programación del fin de la vida útil de un producto, de modo que, tras un período de tiempo calculado de antemano por el fabricante o por la empresa durante la fase de diseño de dicho producto, este se torne obsoleto, no funcional, inútil o inservible por diversos procedimientos), no tenía cabida en las sociedades comunistas con su economía planificada, allí la cuestión era otra, había que producir bienes duraderos. Las neveras y lavadoras se construían para tener una duración de 25 años.
La sociedad de consumo con su cultura de despilfarro, está generando cada vez personas más individualistas, más ajenas a su entorno, a lo que les rodea, con menos capacidad para asociarse y en definitiva SER en sociedad. La economía capitalista tal y como está concebida en la actualidad tiene muchos claro oscuros en su funcionamiento que podríamos sumar a los dos ejemplos vistos anteriormente pero que tienen como causa fundamental la pérdida de visión de conjunto tan necesaria en todo proyecto colectivo. La sociedad del bienestar con empresarios, sindicatos, políticos, etc. forman en su conjunto un entramado social que debemos saber gestionar entre todos. No basta ya, con ESTAR en la sociedad, actuando de manera egoísta, ahora debemos SER parte de la misma, velando activamente porque todos estén bien.
Ser para el Bienestar
Conceptos como la Economía de Comunión o Responsabilidad Social Corporativa, nos ponen de manifiesto respuestas sociales que buscan participar en el desarrollo de una sociedad mejor.
El primero surge hace 26 años, en mayo 1991, de la mano Chiara Lubich en Sao Paulo, se define como un proyecto de desarrollo económico solidario en el que participan empresarios, trabajadores, directivos, consumidores, ciudadanos, estudiosos y demás operadores económicos. Las empresas que participan en el proyecto deciden compartir una parte de sus beneficios para construir un mundo mejor.
El segundo, se define como la contribución activa y voluntaria al mejoramiento social, económico y ambiental por parte de las empresas, generalmente con el objetivo de mejorar su situación competitiva, valorativa y su valor añadido.
Mañana será otro día. La radio, las televisiones, internet volverán a proclamar a los cuatro vientos el ESTADO DEL MUNDO. Cada uno de nosotros acudirá de nuevo a su puesto de trabajo con un montón de preocupaciones en mente. Nos cruzaremos con personas en el metro, el autobús o simplemente tocaremos en claxon para que el coche de adelante nos deje pasar. Mañana tendremos de nuevo la posibilidad de vivir estos acontecimientos desde el ESTAR o el SER en el mundo. Un ESTAR que nos hace pasivos y nos enajena de nuestros semejantes frente a un SER que nos conecta con nuestro entorno y que nos hace ESTAR BIEN EN SOCIEDAD. Mañana será otro día, mañana podremos elegir de nuevo cada uno de nosotros entre estos dos conceptos. Miro al horizonte y sueño que tu elección es SER EN SOCIEDAD ¡Buenas noches, lector!
Escrito por: Alejandro Negueruela Azarola
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