El viento soplaba más de lo que era habitual en un mes de agosto, su cabello todavía mojado por la ducha caliente de aquella mañana, flotaba y bailaba al son de las rachas intermitentes de aire. Juan se sentía abatido, en su juventud había encontrado múltiples razones para seguir adelante pero ahora todo se tornaba difícil: tenía 55 años, no tenía empleo, se encontraba muy solo, no le quedaba ningún familiar vivo y todos sus amigos cercanos se encontraban en otras ciudades. Además, se sentía terriblemente desanimado y no se atrevía a importunar a nadie a las 7:30 de la mañana “sólo para hablar”. Necesitaba palabras, palabras de ánimo que le ayudaran a proseguir cada mañana y reactivaran sus ganas de vivir.
A Juan, le gustaba mucho Palencia, una pequeña urbe de 80000 habitantes. Uno de sus lugares preferidos era el Cristo del Otero, emblema distintivo de la misma para todo aquel que ha tenido el gusto de conocerla. Amante de salir a caminar para templar los nervios y alcanzar la paz interior decidió subir al cerro sobre el que se erige dicha estatua, buscando entre sus pensamientos respuesta a sus inquietudes. Necesitaba palabras que sirvieran para animarle y aliviaran su tristeza. Tan ensimismado se encontraba en sus pensamientos que no alcanzó a fijarse en donde estaba pisando, justo al subir los últimos escalones que le dirigían a los pies del Cristo del Otero tropezó, con tal mala suerte, que al caer golpeó su cabeza contra el suelo quedando sin conocimiento. Cuando despertó, apenas transcurridos unos minutos, todo estaba muy claro, había tenido una nítida visión que le llenaba de gozo. Allí en ese lugar se depositarían todo tipo de mensajes escritos con palabras de ánimo para quién se pueda sentir triste. Al principio serían los propios palentinos los que depositarían los mismos pero pronto llegarían personas de todos los rincones primero de España y después del planeta a depositar sus propios pensamientos inspiradores de ánimo para todo aquel que busque consuelo a sus malos momentos en el Cristo del Otero.
Juan no sólo nunca más se sintió triste sino que todos los años una semana antes de Santo Toribio depositaba cuidadosamente todo tipo de notas escritas llenas de palabras y pensamientos positivos. Palencia con el tiempo fue conocida como la ciudad de la alegría y el Cristo del Otero, el lugar donde encontrar palabras de ánimo para cuando te sientes triste.
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El texto anterior es una fábula construida por mi imaginación, la parte dramática de esta historia es que vivimos en un mundo donde a pesar de los múltiples canales de comunicación cada vez hay más gente sola que no sabe a quién recurrir cuando se siente triste.
Si tienes algún problema serio consulta a un especialista(psiquiatra o psicologo), existe también el teléfono de la esperanza una entidad de voluntariado pionera en la promoción de la salud emocional y, especialmente, de las personas en situación de crisis individual, familiar o psico-social, sobre todo, dentro del mundo hispano-lusohablante.
La grandeza del ser humano radica en la singularidad de cada uno de nosotros. Todos podemos aportar algo a la sociedad en que vivimos. Que esta historia tenga continuidad depende de ti. ¿A qué esperas para depositar tu papel? Si lo haces te agradecería que escribas tus palabras en el apartado de comentarios.
Un saludo y que tengas un buen día.
Alejandro Negueruela Azarola
Agradecimientos a Silvia Vargas por la fotografía,
Enlaces de interés:
Palencia
Cruce caminos: Video de reflexión del canal Reflexiones y cuentos para una Vida Feliz:) (hay todo tipo de imagenes y paisajes de Palencia incluido el crito del Otero)
Wikipedia: informaciónd e Palencia
Cristo del Otero:
Wikipedia: Información sobre Cristo del Otero
Fiesta Santo Toribio:
Telefono de la Esperanza Palencia
Gracias Alex por tu cuento! Tienes razón, cada vez nos comunicamos menos directamente.
Yo sólo diría: Mas cafés y menos whatsapp.
Un beso
No hay comunicación más evolucionada que la del SER HUMANO, para ello se inventaron un montón de idiomas de todo tipo que sólo tenemos que utilizar para comunicarnos. El lenguaje es el mejor invento del hombre ¡Gracias por tu aporte y buen fin de semana!